Kipchoge justo antes de pasar por
meta arropado por sus liebres en el circuito de Monza.
Eliud Kipchoge, vigente campeón olímpico, ha rozado este sábado la proeza de correr un
maratón en menos de dos horas. El keniata acabó la carrera organizada por Nike
en el circuito de Monza con un increíble tiempo de 2 horas y 25 segundos, más
de dos minutos y medio por debajo del actual récord del mundo que
posee su compatriota Dennis Kimetto desde 2014 con 2 horas, dos minutos y 57
segundos, logrado en el maratón de Berlín.
Así fue la llegada de Kipchoge en 2 h
25 ' '
La carrera, llamada 'Breaking2' por
el gigante estadounidense de material deportivo, respondió a las enormes
expectativas creadas. Todo estaba preparado en Monza para que el mítico muro de
las dos horas cayera por primera vez en la historia. Con poco más de 11 grados de temperatura, una humedad del 68 por
ciento y un viento casi nulo, las condiciones eran las adecuadas para el reto.
Se trataba de dar 17,6 vueltas al
circuito de 2,4 kilómetros que recorría parte del trazado del autódromo
italiano. Los tres elegidos para la gesta, Kipchoge, Zersenay Tadese y Lelisa Desisa, debían
seguir el infernal ritmo marcado por sus 32 liebres, que se fueron
relevando a los largo de la carrera en grupos de seis atletas.
Éstos a su vez debían seguir una
marca láser que proyectaba un coche eléctrico Tesla que indicaba el ritmo
adecuado para bajar de las dos horas. Todo muy medido y estudiado. Todo muy
Nike.
Junto a los tres protagonistas, dos
bicis con todo lo necesario para su avituallamiento. Geles y líquidos que debían ingerir en pequeñas dosis pero con
notable frecuencia a lo largo de la carrera.
El comienzo no pudo ser más
prometedor. Los atletas pasaban los cinco primeros kilómetros en 14:14, para
una marca final de 1h:59:56. A los diez kilómetros, las
cosas iban aún mejor: 28:21 (cinco segundos menos de los previstos por
Nike en ese punto) para un tiempo proyectado de 1h:59:35. Una barbaridad, se
mire como se mire.
Desisa y Tadese se descuelgan
Tanto que Desisa acabó diciendo basta
poco tiempo después, pues a los 15 kilómetros el etíope ya marchaba con algunos
metros de retraso. Ese punto se pasó en 42:34, para un tiempo final estimado de
1h:59:48.
El siguiente en pagar los platos
rotos fue Tadese. El eritreo, entrenado por el español Jerónimo
Bravo y que es un asiduo de la Casa de Campo madrileña durante sus sesiones de
trabajo, aguantó el ritmo marcado por las liebres hasta el kilómetro 20,
que se pasó en 56:49 para un tiempo estimado de 1h:59.53.
Poco después se pasó el ecuador de la
prueba en 59:57, por lo que las cuentas aún salían. Los cencerros repartidos
por la organización (por algo la carrera se disputó al pie de los Alpes)
tintineaban con fuerza cada vez que los atletas pasaban por la línea de meta. Y
es que Desisa y Tadese siguieron el liza, arropados siempre por tres liebres,
pese a quedarse descolgados del grupo de cabeza, que obviamente acaparaba el
entusiasmo de los presentes.
El kilómetro 25 se pasó en 1h:11:03,
para un tiempo final de 1h:59:56. Sin embargo, lo más impresionante era
el gesto hierático de Kipchoge, que no daba ningún síntoma de flaqueza a estas
alturas de carrera.
Adiós al margen
Con todo, el margen de error se
esfumó a los 30 kilómetros, que se pasaron en 1h:25:20, para un tiempo estimado
de dos horas exactas. Cinco kilómetros después, con un parcial de 1h:39:37, el
crono final se disparaba hasta las dos horas y seis segundos. Parecía ya evidente que la gesta no iba a ser este histórico
sábado en Monza.
El tiempo final no será el nuevo récord
del mundo porque la carrera, siendo completamente legal, no reunía las
condiciones para ello. Falta saber si ha sido un hermoso y efímero sueño de
Nike o el comienzo de un reto que tendrá nuevo capítulos.
De momento, Kipchoge, que hablaba con
la ex maratoniana Paula Radcliffe poco después de cruzar la línea de meta, ha
dejado la puerta abierta a un nuevo intento aunque sus primeras palabras fueron
para dar las gracias a las liebres que le llevaron en volandas a lo largo de
estos estratosféricos 42 kilómetros y 195 metros.
Finalmente, Tadese concluyó la carrera en 2H06:51, su mejor marca de
largo en el maratón, mientras que Desisa, que arrastró
problemas musculares en las últimas semanas, finalizó con un tiempo de
2h:14:10.
Los tres maratonianos junto a Carl Lewis a la finalización de la prueba