Te ofrecemos algunos consejos para sobrellevar las cargas provocadas por los miles de impactos que nuestro cuerpo da contra el suelo cada vez que corremos
¿QUÉ HACER CON UNA LESIÓN?
● Asume que te has lesionado. Si realmente tienes un problema de salud, asume que éste existe, para conseguir: 1. Ponerle solución en el menor plazo de tiempo posible 2. Evitar que dé lugar a problemas más graves 3. Evitar que el problema se haga crónico y sea imposible de erradicar
● Establece un plan. Junto con los especialistas que tengas a tu alcance (médico, fisioterapeuta, entrenador, psicólogo, etc.), prepara un programa de trabajo que tenga en cuenta el tiempo que dedicarás a recuperarte, las tareas que tienes que realizar, cómo será el regreso a los entrenamientos, qué puedes poner de tu parte en la rehabilitación, etc.
● Deja que te ayuden también psicológicamente. Si dispones de un psicólogo del deporte, su intervención puede ayudarte a estar mejor mientras estás lesionado, sentirte más seguro con tu recuperación, entender cómo debe ser tu regreso y prevenir futuras recaídas.
● La recuperación es ahora tu entrenamiento. Por tanto, debes mantener una altísima motivación por recuperarte y eso implica una alta adherencia a la fisioterapia, las tareas que tienes que realizar en casa o los cuidados que tienes que tener.
● Plantéate cada ejercicio de recuperación con la mentalidad del entrenamiento más duro. Te resultará más fácil asumir el dolor o la incomodidad si piensas que tiene relación con lo que te gusta: correr.
● Repasa mentalmente los ejercicios o pautas de recuperación que has seguido y comprueba tu evolución. También puedes imaginar que la parte dañada se va recuperando. Esto suele contribuir a reducir el tiempo de recuperación.
● Vuelve gradualmente a los entrenamientos, exigiéndote sólo lo que estás capacitado para realizar. No tengas prisa por estar como antes de la lesión. Sería peor que provoques una recaída y que todo el trabajo que has hecho no sirva para nada.
● Cuando hayas completado todo el plan de rehabilitación, replantea tus objetivos y el plan de entrenamientos de lo que resta de temporada. Asume que los objetivos que has perdido posiblemente ya no están a tu alcance y que has de tener nuevas metas. Tu motivación y la confianza deben ser las que corresponden al momento actual. No harás bien si piensas como si estuvieras en la situación previa a la lesión.
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