Hoy me gustaría tratar uno de ellos. Tema algo polémico, por creencias que venimos arrastrando de hace muchos años.
¿Tenemos que estirar o no tenemos que estirar?
La pregunta debería ser... ¿Cuándo debería de estirar?
¿Debo estirar ANTES de salir a correr?
La respuesta es NO. Durante muchos años hemos creído que si no estiramos antes de correr podemos lesionarnos.
Pero la ciencia no muestra ninguna evidencia sobre ello. En un estudio a más de 20.000 deportistas, comparan el efecto de entrenar fuerza, estirar antes, hacer propiocepción y una pequeña combinación de cada uno, sobre el número de lesiones que obtuvo cada grupo.
En el único grupo que hubieron diferencias fue en el grupo que realizó entrenamiento de fuerza, donde se redujo 1/3 de las lesiones respecto a los otros grupos.
Estirar antes no va a hacer que no nos lesionemos. Realizar un buen calentamiento si que puede reducir ese riesgo lesional, pero otro día hablamos de ello.
¿Debo estirar DESPUÉS de correr?
Aquí ya es más opcional.
Lo que sí que está demostrado es que si no estiras, vas a tener las mismas agujetas que si estiras. La recuperación y la sensación de fatiga al día siguiente va a ser similar.
Ahora bien... antes de entrenar estirar, por lo menos de forma estática como se ha hecho tradicionalmente, no es adecuado. Ahora bien, mantener unos niveles óptimos de movilidad a largo plazo sí que va a reducir el riesgo de lesión.
Por ello, estirar después o en sesiones en otro momento fuera del entrenamiento sí que lo veo una buena opción para conseguir esta tarea a largo plazo. Aunque la ganancia de esta movilidad también la podemos conseguir con otros métodos: foam roller, excéntricos,...
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