Ibuprofeno y el ejercicio: Por qué no debemos consumirlo
Colaboradores:
Lilia Núñez, médico fisiatra y Directora Médica de Metas Sports
Ricardo Quezada, especialista en medicina del deporte y medicina de rehabilitación.
Para muchos atletas el consumo AINES (Anti-Inflamatorios No Esteroideos), siendo el más popular el Ibuprofeno, se ha convertido en una especie de ritual, fundado sobre la base de que estas sustancias desinflaman y alivian el dolor muscular, lo que es cierto, y que por ello debería “prevenir” el dolor durante y posterior a la carrera, permitiendo así un mejor desempeño y una recuperación más rápida.
“Cuando un individuo es sometido a un estímulo intenso el cuerpo va a reaccionar, sin duda, con la aparición de dolor o aumento de volumen,” explica el Doctor Ricardo Quezada, especialista en medicina del deporte y medicina de rehabilitación, explica que cuando un individuo es sometido a un estímulo intenso, su cuerpo reacciona con la aparición de dolor o aumento de volumen, pero también se generará como respuesta un mecanismo de adaptación que nos va a permitir tolerar o incluso superar el estímulo si es aplicado otra vez posteriormente. “Así es el proceso de adaptación tisular o de los tejidos. Frenarlo es evitar una adaptación”
Más allá de lo que señala el Doctor Quezada, en estudios recientes que se han realizado sobre este tema, se ha determinado que en realidad es falso que consumir una tableta de Ibuprofeno me va a ayudar a prevenir el dolor posterior al ejercicio, sino que se ha demostrado que el efecto es totalmente opuesto y además su consumo va a interferir con el proceso de recuperación de los músculos. Según Quezada, “su uso no ha demostrado una ventaja en la aparición de dolor muscular relacionado con el esfuerzo físico y en cambio, se han asociado con alteraciones en la producción de proteínas relacionadas con la reparación tisular.”
Un estudio realizado por el fisiólogo David Nieman, en el que se estudió a corredores que participaban en el Ultra Western States Endurance Run de 100 millas, reflejó que aquellos que consumieron una tableta de ibuprofeno antes y durante la carrera presentaron mayor inflamación que aquellos que no lo hicieron. Además, estos corredores presentaron signos de un leve fallo renal. Otro hallazgo del estudio es que en realidad al consumo de Ibuprofeno, antes o durante la carrera, no afecta en la percepción del dolor del atleta, ya que los atletas que lo habían consumido y los que no reportaron sentir dolor similar a los que no la consumieron.
Por otro lado, en un ambiente controlado, se realizó un experimento donde se demostró que los AINES en vez de acelerar el proceso de recuperación muscular en realidad la hacían más lenta. Warden, quien dirigió el estudio, comenta que “los AINES trabajan inhibiendo la producción de prostaglandina”, unas sustancias que están involucradas en el proceso del dolor y en la producción del colágeno y es en este punto es donde se encuentra la respuesta al por qué el proceso de recuperación se hace más lento.
Según explica Warden, esa inhibición de la prostaglandina inhibe la producción de colágeno, la sustancia primordial de la mayor parte de los tejidos. Si hay poca o ninguna producción de colágeno, la recuperación muscular y de otros tejidos va a ser más lenta.
Pero los efectos adversos del consumo de ibuprofeno no sólo se dan a nivel muscular. “El uso de antiinflamatorios no esteroideos, al alterar la función renal y la función de una hormona llamada vasopresina,aumentan el riesgo de presentar hiponatremias severas que como ya se sabe son potencialmente fatales por el edema pulmonar y cerebral que se produce”, señala la doctora Lilia Núñez, médico fisiatra y Directora Médica de Metas Sports. Además, según explica Núñez, por la misma inhibición de producción de prostaglandinas, el ibuprofeno también puede producir daños sobre la mucosa gástrica y puede producirse además gastritis y sangramiento gastrointestinal.
Aparte de los corredores que utilizan los AINES para “prevenir” dolor durante y después de una carrera, están aquellos que argumentan que consumen Ibuprofeno o incluso antiinflamatorios esteroideos (Diprospan, Betagen Solspen, Celestone, etc) previo a una carrera porque poseen algún dolor o molestia que desean aliviar.“Un atleta con dolor es un atleta lesionado,” comenta la doctora, “el dolor es un signo de alarma y se debe escuchar”.
“Muchas veces, los glucocorticoides, los más peligrosos, son indicados por amigos corredores y peor aún por los entrenadores, sin conocer los efectos adversos y poniendo en riesgo no solo el rendimiento durante la carrera sino la vida de un corredor.” Por ello la doctora hace énfasis en la importancia de evitar la automedicación y, en caso de presentar algún dolor o molestia, acudir a un especialista y seguir sus indicaciones.