Publicado el 16/Julio/2013 | 00:48
Gay y Powell no estarán en el mundial de Moscú
Los esfuerzos de la Federación Internacional de Atletismo no son suficientes para lograr la transparencia en este deporte. Dos de sus figuras más importantes dieron positivo.
Los controles positivos de Tyson Gay y Asafa Powell, a tres semanas del Mundial de Moscú, demuestran que continúa la limpieza en el atletismo. Aunque no sin contratiempos.
El estadounidense Gay y el jamaicano Powell, segundo y cuarto mejores tiempos en la historia de los 100 metros planos, han dado un nuevo golpe a la disciplina reina de los Juegos Olímpicos y a la prueba más esperada en el Mundial de Rusia.
En estos casos de dopaje también están involucrados otros tres jamaiquinos: Nesta Carter, Sherone Simpson y Allison Randall.
Ayer, la policía italiana registró las habitaciones del hotel, en donde se alojaban Powell y Simpson como parte de la gira preparatoria que cumplen con su selección de atletismo. Aunque no se encontró ninguna sustancia prohibida sí se confiscó medicinas traídas desde el extranjero e integradores alimentarios.
Hace dos años, el atletismo quedó afectado por el dopaje de Steve Mullings, otro jamaiquino. En el punto más alto de su carrera, con un crono de 9s80c, se le descubrió el consumo de un producto prohibido encubierto. Como ya había dado positivo en 2004, por testosterona, fue suspendido de por vida.
Antes del Mundial de Berlín 2009, en donde Usain Bolt consiguió el récord mundial con un tiempo de 9s58c, cuatro jamaicanos, entre ellos Yohan Blake dieron positivo.
En 2003, antes del Mundial de París, la agencia antidopaje había descubierto la trama del caso Balco, en el que se confirmó el dopaje de los estadounidenses Marion Jones y Tim Montgomery.
“El compromiso de la IAAF en materia de lucha contra el dopaje en el atletismo es inquebrantable”, recordó ayer Nick Davies, vocero de la Federación Internacional de Atletismo.
Si bien los controles de Gay y Powell fueron lanzados por la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA) y Jamaicana (JACADO), la Federación Internacional reforzó en forma propia su lucha contra el dopaje con el reanálisis de muestras y el pasaporte biológico, desde fines de 2010. A unos 2 000 controles de sangre fueron sometidos los corredores del Mundial de Daegu.
Sin embargo, pese a todo ese esfuerzo, el fin del dopaje en el atletismo parece lejano. Cada vez existen nuevos casos de deportistas que acuden a sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento e, incluso, han aparecido nuevos componentes y formas para lograrlo.
Para la IAAF, el dopaje se presenta como uno de sus principales retos. El problema es que realizar controles sorpresivos en varios países resulta difícil, además de ser muy costoso.
De hecho, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la única medalla de oro retirada por dopaje fue la del la lanzadora de peso bielorrusa Nadzeya Ostapchuk. (AFP-AL)
Los esfuerzos de la Federación Internacional de Atletismo no son suficientes para lograr la transparencia en este deporte. Dos de sus figuras más importantes dieron positivo.
Los controles positivos de Tyson Gay y Asafa Powell, a tres semanas del Mundial de Moscú, demuestran que continúa la limpieza en el atletismo. Aunque no sin contratiempos.
El estadounidense Gay y el jamaicano Powell, segundo y cuarto mejores tiempos en la historia de los 100 metros planos, han dado un nuevo golpe a la disciplina reina de los Juegos Olímpicos y a la prueba más esperada en el Mundial de Rusia.
En estos casos de dopaje también están involucrados otros tres jamaiquinos: Nesta Carter, Sherone Simpson y Allison Randall.
Ayer, la policía italiana registró las habitaciones del hotel, en donde se alojaban Powell y Simpson como parte de la gira preparatoria que cumplen con su selección de atletismo. Aunque no se encontró ninguna sustancia prohibida sí se confiscó medicinas traídas desde el extranjero e integradores alimentarios.
Hace dos años, el atletismo quedó afectado por el dopaje de Steve Mullings, otro jamaiquino. En el punto más alto de su carrera, con un crono de 9s80c, se le descubrió el consumo de un producto prohibido encubierto. Como ya había dado positivo en 2004, por testosterona, fue suspendido de por vida.
Antes del Mundial de Berlín 2009, en donde Usain Bolt consiguió el récord mundial con un tiempo de 9s58c, cuatro jamaicanos, entre ellos Yohan Blake dieron positivo.
En 2003, antes del Mundial de París, la agencia antidopaje había descubierto la trama del caso Balco, en el que se confirmó el dopaje de los estadounidenses Marion Jones y Tim Montgomery.
“El compromiso de la IAAF en materia de lucha contra el dopaje en el atletismo es inquebrantable”, recordó ayer Nick Davies, vocero de la Federación Internacional de Atletismo.
Si bien los controles de Gay y Powell fueron lanzados por la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA) y Jamaicana (JACADO), la Federación Internacional reforzó en forma propia su lucha contra el dopaje con el reanálisis de muestras y el pasaporte biológico, desde fines de 2010. A unos 2 000 controles de sangre fueron sometidos los corredores del Mundial de Daegu.
Sin embargo, pese a todo ese esfuerzo, el fin del dopaje en el atletismo parece lejano. Cada vez existen nuevos casos de deportistas que acuden a sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento e, incluso, han aparecido nuevos componentes y formas para lograrlo.
Para la IAAF, el dopaje se presenta como uno de sus principales retos. El problema es que realizar controles sorpresivos en varios países resulta difícil, además de ser muy costoso.
De hecho, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la única medalla de oro retirada por dopaje fue la del la lanzadora de peso bielorrusa Nadzeya Ostapchuk. (AFP-AL)