Es de aquellas cosas que no te esperas. Hace poco más de dos semanas, el sevillano Samuel Navarro,
campeón de España cadete de 1000 metros en pista cubierta en 2009, fallecía mientras se entrenaba. La mente humana no está preparada para asimilar este tipo de noticias. Y ahora ha vuelto a ocurrir. En este caso la víctima ha sido Ismael González. Decatleta asturiano que pasó muchos años de su carrera deportiva en la Residencia Blume de Madrid a las órdenes de José Luis Martínez. Allí realizaba periódicamente revisiones médicas exhaustivas, algo que debería ser habitual en cualquiera que se inicia en la práctica deportiva.
El martes 27 de abril de 2010, entrada ya la tarde, será un día difícil de olvidar para aquellos que estaban en las pistas de atletismo de Barberá del Vallés. Fernando Martínez, su actual entrenador y uno de los presentes, no da aún crédito. Esta mañana charlábamos por teléfono con él, le dábamos el pésame e intentábamos animarle después de unas horas que parecen una pesadilla. Nos contaba cómo sucedió todo. “Era un entrenamiento de técnica de vallas. No era un entrenamiento de máximo esfuerzo…” nos cuenta apenado. Achacarlo a la mala suerte no es suficiente. Sobrepasa el tener mala fortuna. A falta de la autopsia que se le practique y que determine los motivos de la muerte de un chico joven y deportista, a todos, a cualquiera, las razones se nos escapan. Como desde ayer se nos escapó Ismael González.
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