Pablo Villalobos, que hizo una carrera de menos a más, empleó un tiempo de 1h.03.32, marca que le puede valer para estar en el próximo campeonato del mundo que se celebrará el 11 de octubre en Birmingham (Reino Unido), pendiente de lo que determine el comité técnico de la RFEA.
La segunda posición, en masculino, fue para el toledano Fernando Rey (A.Toledo-CCM) con un tiempo de 1h.03.47; mientras que tercero fue el extremeño Miguel Ángel Gamonal (At. Almaraz), con 1h.03.57.
Azucena Díaz hizo un buen tiempo de 1h.13.57, seguida de María Dolores Pulido (A.Santutxu) con 1h.14.57, y de María Elena Moreno (Piélagos Inelecma), tercera.
Tyson Gay corre en 9.69
Aunque son 11 céntésimas las que aún separan a Gay de Bolt – un mundo para la distancia – el atleta declaró la semana pasada que la próxima temporada estaría al nivel de su rival jamaicano e incluso que podría batirle: “Una vez que esté sano y centrado… Creo que lo intentaré (batir a Bolt)”. Esperemos que no sean más que unas declaraciones para generar expectación y que de verdad veamos carreras en las que ambos tengan que dar el 100% de sí mismos para poder batirse.
Haile Gebrselassie vuelve a ganar el Maratón de Berlín
Durante buena parte de la carrera parecía que Gebrselassie podía tener éxito con su propósito declarado de mejorar por tercera vez su propio récord del mundo. El grupo de punta, formado por Gebrselassie, el keniano Duncan Kibet y seis liebres, empezó marcando un ritmo que apuntaba a ello.
Mientras duró el duelo anunciado de Kibet con Gebrselassie todo apuntaba a un tiempo claramente inferior a 2:04 e incluso en los diez kilómetros siguientes Gebrselassie siguió con paso de récord del mundo. Pasó por el kilómetro 30 en 1h.27:49, récord mundial oficioso para la distancia, acompañado ya solamente de la última liebre, Sammy Kosgei.
“Tal vez aceleré demasiado antes del kilómetro 30″, admitió ‘Gebre’ después de la carrera para explicar el bajón que tuvo a continuación, que le obligó a concentrarse en ganar la carrera y a olvidarse del proyecto de lograr su tercer récord del mundo en la distancia.
Otro factor adicional fue que ya en el 32, cuando Kosgei se retiró de la carrera, Gebrselassie se quedó solo y tuvo que afrontar en solitario los últimos 10 kilómetros.
Ya en la marca del kilómetro 35 quedó claro que el ritmo había bajado considerablemente. A esa altura, el cronómetro marcaba 1h.42:37, lo que ya no era ritmo del récord del mundo. Gebrselassie lo intentó una vez y aceleró en los siguientes dos kilómetros, pero en su rostro se veía que ya no tenía con qué recuperar la senda de la primera mitad de la carrera.
Kibet, por su parte, había pagado incluso una factura más alta por el ritmo inicial y había sido rebasado por su compatriota Francis Kiprop y por el etíope Negari Terfa. Kiprop al final entró segundo con 2h.07:03. En los últimos kilómetros incluso logró recortar la distancia que lo separaba de Gebreselassie, pero la ventaja era demasiado grande como para que se pudiera pensar en que hubiera un duelo en los últimos metros. Terfa entró tercero con 2h.07:41.
Entre las mujeres se impuso la etíope Atsede Besuye con 2h.24:47, seguida de la rusa Silvia Skvortsova con 2h.26:23.
Eddie Izzar, humorísta británico, recorre 43 maratones en 51 días
El británico que ha perdido las uñas de los dedos meñique de ambos pies ha corrido durante siete semanas por Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y el País de Gales. Tras cada etapa recibió un baño de hielo.
A pesar de esta proeza, Izzard aún está lejos de conseguir algún tipo de record en esta modalidad. La máxima actual está en posesión de un atleta español, Ricardo Abad. El atleta navarro consiguió enlazar un total de 150 maratones. 42.195 metros diarios sin descanso (más de 6.300 kilómetros en total).
Eddie Izzard corrió los 2.152 kilómetros después de entrenar sólo durante 5 semanas y de convencerse de que era capaz de conseguirlo. “Yo no soy un ultra-maratoniano. No tengo esa constitución. Fue una demostración de que la mente puede más que el cuerpo“, dijo el humorista.
Carl Lewis: “Se ha tratado injustamente a Semenya”
Según publicó hace una semana el ‘Daily Telegraph’ australiano, las pruebas realizadas a Semenya determinan que es hermafrodita, sin embargo la IAFF, que no espera hacer público su informe hasta noviembre, no ha confirmado la información que aseguraba que la sudafricana posee atributos sexuales femeninos y masculinos.
Ante esta situación, Lewis ha mostrado su malestar por cómo se está llevando el asunto. “Aquí hay una chica de 18 años, porque eso es lo que ella siente que es. Vamos hacia atrás en cada paso que se está dando en el camino. La Federación de Sudáfrica debería haber hablado con ella, creo que ha decepcionado en su comportamiento”, indicó Lewis durante una visita a Tel Aviv. “Es vuestra culpa. Ella es una atleta de vuestro país y ustedes no han tratado esto con ella antes. Estoy muy decepcionado con ellos porque creo que es injusto el trato hacia ella”, acusó duramente a la Federación de Sudáfrica el ex atleta estadounidense, que indicó que ahora, “para el resto de su vida Semenya estará marcada como ‘el hombre’”.
Las acusaciones de ‘El hijo del viento’ se unen a las que hacía hace pocos días el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, que criticaba lo que consideraba una “invasión a la privacidad” de Semenya, en lo que calificó como “una violación de sus derechos”. Además, muchos sudafricanos han acusado a la IAAF del racismo por ordenar esas pruebas para determinar el género de la sudafricana, advirtiendo que sus anchos hombros y su fuerte musculatura es algo común en las mujeres atletas.
Dominio del Delta Valencia C.A. en Sant Marcel·lí
‘Luismi’ Martín Berlanas anuncia su retirada.
Quinto en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y Atenas 2004 y bronce en los Europeos de Múnich 2002, el atleta de San Martín de Valdeiglesias (aunque nacido en Madrid el 11 de enero de 1972) pone fin a su dilatada carrera a través de una carta pública en el que reconoce que siente “una sensación extraña”. “Llegó el momento que desde hace seis años estaba consiguiendo dilatar, ya que evitarlo resulta imposible. He decidido dejar de hacer el atletismo que he tenido la fortuna de practicar durante tantos años. Sé cuándo corrí mi primera carrera, fue con nueve años, lo que por suerte no sé, es cuándo correré la última, aunque ya no perseguiré las mismas metas”, indica Martín Berlanas.
El obstaculista madrileño señala que desde que comenzó no ha parado “de crecer y disfrutar con este bello deporte, de conocer buena gente, de recorrer todos los caminos que he podido, de inventar circuitos, de gastar zapatillas, de viajar, de intentar mejorar, de luchar, de soñar, de respetarme a mí y a mis rivales, de imaginar, de aprender, de divertirme, de sufrir, de ganar y de perder, de reír y de llorar”.
“He tenido cuatro entrenadores bien distintos, pero todos ellos grandes personas y entusiastas del atletismo. Julián Adrada y Jesús Yuste me iniciaron en mi pueblo natal, San Martín de Valdeiglesias, y junto con mis padres, me inculcaron valores que a lo largo de los años me han guiado por la senda del respeto, el trabajo y la disciplina. Julio Bravo me hizo crecer y creer en mi transición hacia el ‘atletismo de verdad’ y Manuel Pascua Piqueras, consiguió sacar de mí gran parte de lo que un día soñé. Me hizo tocar los sueños”, explica.
“He coincidido y conocido a lo largo de todos estos años a un montón de buenos compañeros de entrenamiento, algunos de los cuales me precio de tener cómo amigos. De todos he aprendido algo y de algunos, más de lo que ellos imaginan”, apunta el plusmarquista nacional con los 8:07.44 que logró el 30 de agosto de 2002 en Bruselas. “Sin ellos y sin mis amigos todo habría resultado muy difícil; pero sin mis padres, mis hermanas, mi mujer y mi hija, a quiénes nunca podré agradecer suficientemente su apoyo, todo habría sido imposible. Imperdonable sería no agradecer su trabajo a los médicos y ‘físios’ de la ‘fede’, siempre estuvieron ahí con ‘mi’ Bodoque a la cabeza”, apostilla.
Martín Berlanas admite de que es “consciente” de que se ha dejado “mucho por hacer en este camino”. “Mis talones lo han querido así desde que se arrogaron mi futuro deportivo; pero que nadie dude, ni por un momento, ya que durante esos años mis ganas y amor por el atletismo ganaron la guerra. Hoy, mis dichosos talones, me obligan a pasar esta página irrepetible de mi vida, aunque espero seguir cerca del atletismo y de vosotros muchos años más”, asegura. “Por último, si a alguien fui capaz de hacer sentir un mínimo de emoción con mi esfuerzo, sepa que mi satisfacción y agradecimiento están con él”, concluye el madrileño.
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